miércoles, 24 de octubre de 2012

ENREDANDO POR EL CABRAHIGO


Como ya es de costumbre al menos una vez al año, este pasado domingo nos pusimos en camino con nuestros amigos de Guadamatilla para visitar los parajes que rodean al arroyo Cabrahigo y al rio Yeguas.



Entre las lindes de las provincias de Córdoba, Ciudad Real y Jaén y conducidos por guías de Hyla Educación Ambiental S.L. pudimos admirar -creo que es la palabra adecuada-  unos magníficos paisajes que supusieron un verdadero regalo para la vista de los caminantes.



David, de Hila Educación Ambiental S.L. comentó diversas escenas de la filmación de la película Entre Lobos,  película de Gerardo Olivares que se rodó casi al completo en estos parajes, mientras el guía reconstruía las escenas, algunos de los presentes pudimos recordar a D. Lorenzo cuando el los inolvidables cine fórums del extinto Cine Club D. Bosco, nos adentraba en el intrincado mundo del cine a base de planos cenitales, contrapicados, y otros artificios utilizados por los cineastas.

En fin, once kilómetros para recordar por sus curiosas vetas de granito que afloran a la superficie en armoniosas formaciones que proporcionan al paisaje un cierto aire fantasmagórico. También  por la exuberante vegetación de la ribera del Yeguas, entre otras especies pudimos observar dos arces todavía jóvenes; por verificar la abundancia de nutrias en este cauce según pudimos comprobar  por el rastro de sus huellas y deposiciones, y sobre todo, por la compañía de amigos a los que sólo se tiene ocasión de  ver de tarde en tarde.


Más en el Blog de Juan Bosco Castilla a quien le agradecemos las fotografías.

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COMENTARIO


Era la primavera del año 1986, cuando llegó a mis manos el primero número de la revista JARAMAGO. En su presentación afirmaba: “Henos aquí. Si la Naturaleza despierta con la primavera, tras largo letargo invernal; nosotros, hemos querido que Jaramago inicie su andadura con el resurgir de las primeras flores en nuestros campos pedrocheños”
La idea del grupo Gadamatilla venía gestándose desde tres años antes. Amantes de la naturaleza y estudiosos de la biología aunaron sus fuerzas y promovieron una asociación para el estudio, defensa y divulgación de nuestro entorno.
Yo fui afortunado de recibir desde el primer número, publicado en fotocopia y tener firmado mi carné de socio de  Guadamatilla, el día 29 de enero de 1987.
En este ya largo historial de vida tiene en su haber un cúmulo de éxitos, como son sus muchas y exquisitas publicaciones y actividades organizadas.
Sus desvelos han conseguido meter en la cabeza y en el corazón de muchos el respeto y el cariño por la ecología y difícilmente hoy se puedan encontrar chiquillos que salgan al campo a buscar y destruir nidos, a capturar y matar lagartos o apedrear perros y gatos, diversiones arcaicas y nefastas que otros padecimos y ejecutamos.
Ese cambio y otros aún más profundos, se han producido gracias a sus trabajos en pro de la defensa de la Naturaleza.
Bueno es reconocerlo y no olvidar su tarea. Aprovecho la ocasión de la actividad  compartida entre Guadamatilla y Piedra y Cal, para ponerlo de relieve y rendirle mi tributo de agradecimiento.

Manuel Moreno Valero
Cronista Oficial de Pozoblanco


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