jueves, 9 de enero de 2014

EL CUADRO DE JESÚS


            En el lateral de la capilla de Jesús Nazareno que da a  la plazuela frente al campanario de la iglesia de Santa Catalina, encontramos sobre la pared,  una reproducción pictórica del titular de la ermita.
                Los orígenes de esta hornacina de gran tamaño se remontan al año 1622, cuando…
            “siendo hermano mayor de la cofradía de Jesús Nazareno, Bartolomé Márquez, se pintó la imagen de Jesús que está a la espalda de la ermita, que tuvo de coste con la madera y encalado, veintidós reales”.


            También se habla de este mismo cuadro de Jesús en un documento del siglo XVIII; se trata de un expediente abierto por causa criminal conservado en el Archivo General del Obispado  de Córdoba, cuando un testigo, en su declaración manifiesta:           “… Al pasar por la puerta que llaman de las campanas de la parroquia de esta villa, se hincó de rodillas a hacer oración a la imagen de Jesús Nazareno que se halla  en un lienzo de pintura en la pared de la iglesia de Jesús Nazareno…”
            En “El Cronista del Valle”, semanario local  ya desaparecido, en su número correspondiente  al mes de noviembre de 1930, se podía leer la siguiente noticia:         “Hemos tenido el gusto  de ver colocado de nuevo en el sitio que ocupaba, el cuadro de Jesús Nazareno, después de las grandes obras realizadas en esta parte del Hospital. El venerado Cuadro del Nazareno está colocado en un bonito dosel, en el que  destaca un artístico artesonado estilo renacimiento y preciosos adornos de mucho gusto…”
            Debajo de este cuadro de Jesús, que sigue gozando de la fervorosa devoción de los feligreses, se encuentra empotrada en la pared una cruz de granito, fechada en el año 1629 y que es la misma que en otro tiempo se encontraba plantada en el centro del patio de acceso a la antigua ermita.
            Recientemente, la Hermandad de Jesús Nazareno de Pozoblanco retiró  el lienzo con la imagen para  proceder a su restauración. Esta rehabilitación ha sido practicada por la restauradora pozoalbense y licenciada en Bellas Artes, Catalina Calero. Los trabajos efectuados han consistido en colocar una nueva puerta hermética que preserve mejor la pintura de los agentes externos, la reposición de los elementos de madera deteriorados, la aplicación de una nueva capa de pintura a los angelitos que, situados en las esquinas superiores, adornan el cuadro,y la renovación completa de la instalación eléctrica para su iluminación.


            Durante el proceso de retirada del lienzo apareció un trozo de papel amarillento doblado en el que figuraba escrito a lápiz el nombre de Isidoro Rojas Escribano y la fecha de 1930, sin que hasta el momento se haya podido averiguar nada acerca de esta persona y su relación con el cuadro.
            Al quitar el bastidor, y por debajo del actual, aparecieron restos que parecían ser trozos de un lienzo más antiguo, lo que demuestra que la pintura que se ha visto en los últimos años no era la original. También se descubrió un bote con un papel enrollado en su interior con un sello del entonces Patronato del Santo Hospital, que aporta, entre otra información, que el 15 de mayo de 1930 comenzaron las obras de la capilla y otras dependencias.