jueves, 28 de agosto de 2014

NIÑERIAS DE ANTAÑO

Por la calle de la Fuente
un domingo bullanguero,
bajábamos estrenando
zapatos y traje nuevo

Las enaguas con encaje,
y almidón con azulejo;
medias blancas de canuto,
zapatos de charol negro;
anudado en la cintura,
un trozo de terciopelo

Cayendo sobre la espalda,
madejas de rubio pelo,
y una cinta colorada
sujetándolo en el cuello.


 Apretado entre las manos
hecho un  rollito, el pañuelo,
donde duermen, “perras gordas”
que nos regaló el abuelo.

Al pisar la calle Real,
caminamos discutiendo;
si le compramos al “Moña”
o le compramos al Diego.

Que si aquél despacha bien,
si éste da garbanzos tiernos,
que si da las avellanas
a perra el bolsillo lleno,
o que si los altramuces
éste, los tiene más frescos.


 Junto a la calle del “Toro”,
un vendedor de cangrejos,
“Manolito” el del helado
con su pregón callejero,
helados de limonada,
ofrece en barcos veleros...
“Con mantecado y canela
a perra chica los lleno...”

Camino de la Estación
arropías  en un puesto,
papeles de colorines
se agrupan en mosquitero,
para que no acudan moscas,
sobre el rubio caramelo

Las arropías se deslizan
por labios dulces y lentos
y se afinan como agujas
a fuerza de dulces besos


 Se oye la chiquillería
que corre por el paseo;
sube una nube de polvo
que cubre los boneteros,
gitanos con volanderas
de colores, en el viento...

¡Tarde caliente de Julio!
sudando por el paseo,
chachas con niños que lloran,
niñas que piden refresco,
o en el “kiosco” se apiñan
para comprar caramelos.
Suena una chicharra ronca:
la rueda del barquillero.


 Se oye el tren que da un gemido,
camino de Alcaracejos,
y el sol rodando en la tarde
como una bola de fuego,
se apaga con arreboles;
la tarde se esta durmiendo.

Anochece... y allá arriba
sobre un infinito lienzo,
están prendiendo diamantes
los ángeles en el cielo...


Por la calle de la Fuente
dando vueltas al pañuelo,
volvíamos silenciosas,
con la mirada en el suelo,
recordando ensimismadas
que cual dulce caramelo,
¡son también dulces las tardes
del domingo bullanguero!

Encarna García Moreno
(Publicado del 20 de agosto de 1960 en el Cronista del Valle)